martes, 30 de septiembre de 2014

Steampunk, cyberpunk, biopunk, y retrofuturismo

Aquel hermoso género especulativo, constituido por relatos fantásticos de cualquier autor apasionado, denominado ciencia ficción, comprende determinados subgéneros cuyas temáticas son, bastante interesantes. En el espacio donde se sitúa la descripción de nuestro primer subgénero, podéis encontrar por qué todos ellos abrazan el sufijo "-punk" en la frase: "...con un ideario rebelde y subversivo, frecuentemente anarquista..."
 
El Cyberpunk: En la década de 1980 las cada vez más ubicuas computadoras y la aparición de las primeras redes informáticas globales dispararon la imaginación de jóvenes autores, convencidos de que tales prodigios producirían profundas transformaciones en la sociedad. Este germen cristalizó principalmente a través del llamado movimiento cyberpunk, un término que aglutinaba una visión pesimista y desencantada de un futuro dominado por la tecnología y el capitalismo salvaje con un ideario «punk» rebelde y subversivo, frecuentemente anarquista.


El Steampunk: Ciencia ficción centrada en la presencia anacrónica de ciertas tecnologías avanzadas basadas en, o coexistiendo con el motor a vapor, y situadas durante la Revolución industrial y la época victoriana, donde no es extraño encontrar elementos de la gran ficción o pura fantasía. El subgénero recurre usualmente a realidades supuestas en las que la civilización ha tomado un camino científico diferente al actual, reemplazando la electrónica, los modernos combustibles y otros avances científicos por la tecnología del vapor (steam en inglés) y la combustión del carbón.

El Biopunk: donde la ficción se centra en el impacto de grandes avances de la biotecnología. Pudiendo situarse tanto en el futuro, presente o en un pasado anacrónico. El biopunk describe a los movimientos contraculturales que se desarrollaron durante la “revolución biotecnológica”, especialmente en las décadas de 1990 y 2000, de la que se esperaba que tuviera un importante impacto en las sociedad de la primera mitad del siglo XXI. El tema principal de este subgénero es la lucha de un individuo o un colectivo, a menudo resultantes de la experimentación con ADN humano, contra un régimen totalitario o una gran corporación que emplea la biotecnología para fines no éticos, como el control social. La característica común de las historias del biopunk es la presencia de una “black clinic” (clínica negra), es decir, un laboratorio, clínica u hospital donde se realizan modificaciones biológicas o manipulaciones genéticas ilegales o de dudosa ética.



Retrofuturismo: Retoma en tono serio o irónico, el entusiasmo por el futuro y la imaginaría optimista de los años 30s, 40s y 50s del siglo xx. El retrofuturismo explora la tensión existente entre lo antiguo y lo nuevo y critica el poder de la tecnología actual que nos distancia como sociedad. Las creaciones retrofuturistas se revelan bajo la imaginación de aquellos artefactos encontrados en esos hipotéticos futuros y se manifiestan bajo la literatura, la arquitectura, la moda y la cinematografía entre otras muchas otras expresiones artísticas.





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